La directora de la película Cincuenta sombras de Grey, Sam Taylor Johnson, respondió estos días a las preguntas del Daily Mail después de saber que el montaje del film se había dado por terminado. Un rodaje que, si por algo se ha caracterizado, ha sido por el tremendo secreto que lo ha rodeado. Desde las localizaciones que no estaban al aire libre, hasta el guión (aún no sabemos qué partes se han incluido y qué partes se han cortado de la novela para hacer viable la adaptación), y cómo no, el resultado final. A día de hoy, parece que los únicos que han visto ya la cinta han sido, por supuesto aparte de los montadores, la misma directora, los censores, y los directivos de Universal Studios. Al fin y al cabo, el dinero era suyo… Mucho me extraña, de todas formas, que la autora de la novela, Erika L. James, no la haya visto, puesto que ha ejercido de productora también.

En una entrevista publicada en un medio anglosajón hemos leído las opiniones de la directora sobre este asunto del top secret…

Las copias de la película Cincuenta sombras de Grey están mejor guardadas que las joyas de la corona. Solamente la directora -Sam Taylor Johnson-, los jefes del estudio -Universal-, y los censores, la han podido ver. La seguridad con la que se está operando es la más estricta que Hollywood ha conocido -dijo Sam Taylor Johnson después de diez largos meses de montaje-. En circunstancias normales le habría enseñado el resultado de mi trabajo a un puñado de personas, pero no estoy autorizada para hacerlo. Ni siquiera se me ha permitido mostrársela a mis amigos y familiares. El estudio tiene miedo de que se filtre algún tweet, o se cuelgue algo en Facebook…

Ya no tendremos que esperar mucho para ver estas travesuras pervertidas, puesto que la película se presentará en el festival europeo de cine de Berlín, la Berlinale, y sólo unos días después, el 13 de febrero, será su estreno a nivel mundial. Esperemos que merezca la pena el dolor…

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