Hace unas semanas os conté que la editorial Grijalbo había tenido la amabilidad de enviarme la caja promocional de Cincuenta sombras de Grey, novela de la que a estas alturas todos habréis oído hablar e incluso leído ya infinidad de reseñas para todos los gustos. A los pocos días de recibirla no pude resistir la tentación de sumergirme en el universo de Grey ya que por un lado tenía mucha curiosidad por descubrir qué era lo que tenía ese libro que tantas pasiones despertaba y por otro lado no quería ver demasiadas reseñas que pudieran influir en mi propia impresión antes de leerla.
Una vez finalizada no puedo decir que no me haya gustado porque al igual que la mayoría de lectores he acabado enganchada a la historia y deseando conocer cómo va a continuar pero por otro lado me he llevado una pequeña decepción ya que no me ha parecido para tanto y tiene algunas cosas que no me han convencido, empezando por Anastasia.
La historia comienza cuando Anastasia Steele, una joven de 21 años, estudiante de Literatura y a punto de licenciarse, tiene que encargarse de realizar la entrevista a Christian Grey que su amiga y compañera de piso Kate ha conseguido para la revista universitaria. Kate se encuentra enferma y no puede acudir a la cita por lo que la única salida es que Anastasia se presente en la empresa de Christian grabadora en mano para conseguir las respuestas, ya que su amiga ha trabajado muy duro para conseguir entrevistar al poderoso empresario. Es así como Anastasia conoce a Christian quedando impresionada desde el primer contacto al descubrir que se trata de un joven algo mayor que ella y muy atractivo, además de multimillonario. A pesar de que en este primer encuentro Anastasia se muestra torpe y continuamente intimidada por Christian, quien consigue ruborizarla a cada instante, hay algo en ella que capta la atención del joven y logra despertar su interés. Aunque Anastasia no ha tenido ninguna relación anterior y su único interés parecen ser los libros, no puede olvidarse de Christian, quien ronda continuamente en sus pensamientos y cuando él comienza a seducirla, cae inmediatamente rendida a sus pies. Es así como inician una relación cargada de una atracción y deseo a la que ninguno de los dos puede renunciar, a pesar de que Christian esconde unas oscuras aficiones a las que Anastasia tendrá que enfrentarse y decidir si quiere formar parte de ese juego, con todas las implicaciones que ello conlleva.
Si hay algo en lo que coinciden la mayor parte de las reseñas que he ido leyendo desde que terminé mi lectura hace unas semanas es en que la historia engancha y se lee con mucha facilidad, afirmación con la que estoy totalmente de acuerdo. No es un libro que destaque por su calidad literaria, el estilo de la autora es excesivamente sencillo, con abundancia de las partes dialogadas, lo que no supone ninguna dificultad para el lector y hace que avancemos rápidamente por sus páginas, con la única pega de que en muchas ocasiones es muy repetitivo, abusa de algunas expresiones hasta el punto de que llega a cansar, al menos mi paciencia se ha visto superada por tantos ojos en blanco, gesto que por otra parte pienso que no ha sido una traducción muy acertada del original y tantas escenas mordiéndose el labio o ruborizándose. Pero al margen de esto, el ritmo es muy ágil por lo que a pesar de tener un número considerable de páginas se lee en muy poco tiempo, la curiosidad por descubrir qué decisión tomará Anastasia y qué secretos esconde Christian Grey consigue que siempre quieras avanzar un poco más por lo que cuando te quieres dar cuenta ya llevas leídas un montón de páginas.
La historia está contada en primera persona por Anastasia, lo que tiene la ventaja de que nos permite acceder a sus pensamientos además de al propio desarrollo de la trama. Es así como asistimos al debate al que se enfrenta desde el momento en que Christian le cuenta las prácticas que lleva a cabo en su intimidad y le expone los términos del contrato al que quiere que se someta. Estos interrogantes e inquietudes serán el punto en torno al cual se irá desarrollando toda la historia ya que una parte de Anastasia huye atemorizada de todo lo que Christian esconde pero otra parte se siente fuertemente atraída por él y no quiere renunciar a su compañía, aunque eso suponga aceptar los términos que él quiere fijar.
Es aquí donde me he encontrado con el principal obstáculo que me ha impedido disfrutar más de la historia y es que no he conseguido simpatizar con Anastasia, no me ha resultado un personaje atractivo sino todo lo contrario, su forma de actuar y muchos de sus gestos me han resultado irritantes y a veces incluso absurdos. El personaje carece de solidez, no sigue una evolución y desarrollo coherente y eso hace que pierda credibilidad. En las páginas iniciales se nos presenta como una joven tímida y reservada, bastante patosa e inexperta en la faceta sexual, ya que a sus 21 años es virgen y no ha tenido prácticamente ninguna relación ni interés por este tema. En cambio en cuanto surge el primer encuentro un poco más íntimo con Christian no tiene ningún reparo ni duda en ningún momento en perder su virginidad con el que todavía es casi un desconocido, para mí esta postura es bastante contradictoria con el grado de timidez tan alto que ella tiene así como tampoco me resulta creíble su reacción cuando Christian le muestra la habitación roja. Estos son detalles que podría pasar por alto en otro caso y no darles demasiada importancia, no así como las constantes referencias al gesto de ruborizarse continuamente y ante cualquier cosa por insignificante que sea, una persona por muy tímida que sea no se ruboriza en su propia casa sola ante un espejo y Anastasia da la sensación de que lo hace hasta dormida. Otro punto que tampoco me ha gustado en ella y que a otras personas sí les ha gustado e incluso resultado cómico son las constantes referencias a la diosa que lleva dentro, que parece tener vida y reacciones propias, agitando pompones, saltando, bailando… etc. Quizás con menos apariciones y más espaciadas hubiera logrado el efecto de introducir un toque de humor, pero llega un punto en que sus apariciones son tantas que satura y para mí ya no tenía ninguna gracia.
Por el contrario, Christian Grey me ha resultado atractivo e interesante desde el principio, es un seductor y eso se transmite más allá de la propia novela. Hay muchos puntos en su forma de pensar que no comparto pero eso no ha sido un obstáculo para que me haya gustado. Es un personaje que muestra dos caras, una más tierna y detallista que es la que consigue ganarse nuestro afecto y otra más dura, en la que se deja entrever su oscuro pasado y las sombras que esconde en su interior. Lo que menos me ha gustado en él es el control total que pretende ejercer sobre todos los aspectos de la vida de Anastasia, llevado en algunos puntos a límites tan extremos que resultan ilógicos. Pero en todo lo relativo al tema del BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo) entiendo que es su forma de vida y sus aficiones, cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera y él en ningún momento obliga a nadie a compartir estas prácticas, las cosas están claras desde el principio y por eso respeto su postura aunque no la comparta ni entienda.
El resto de personajes secundarios aparecen escasamente desarrollados, su única función es ayudar al desarrollo de la trama pero no tienen importancia y en ese sentido también me habría gustado que se les diese un poco más de relevancia o se profundizase en las historias paralelas, sobre todo en el caso de Kate, ya que me ha parecido como personaje mucho más interesante que Anastasia, su personalidad es más coherente y atractiva.
Sin duda el punto fuerte de la novela y en el que se ha centrado la campaña de promoción son las múltiples escenas eróticas que encontramos a lo largo de las páginas. La verdad es que nunca antes había leído una novela que estuviese catalogada como erótica y por lo tanto no tengo una base sobre la que comparar pero sí puedo afirmar que si todas son como esta, tampoco me he perdido gran cosa porque son escenas que aparecen en mayor o menor medida en otros libros que no tienen esta calificación, quizás es que tenía una idea equivocada de lo que es una novela erótica. Es lo que más me llama la atención de toda la fama y comentarios que se han generado en torno a la trilogía y donde te das cuenta de lo que pueden llegar a influir las campañas de marketing, más cuando son tan buenas como la que ha hecho en este caso la editorial. Y es que ha coincidido que justo unos días antes de leer Cincuenta sombras de Grey había terminado La primera luz de la mañana de Fabio Volo en la que también hay muchas escenas explicitas de sexo, es un libro más cortito pero en proporción, el nivel de descripción y escenas es similar exceptuando el BDSM. En este caso no ha habido ninguna mención al tema, te llevas la sorpresa cuando comienzas a leer la novela o igual si has visto alguna reseña, puedes ir sobre aviso. De ahí mi afirmación de que lo que encontramos en Cincuenta sombras de Grey no es para tanto y desde luego la calificación de “porno para mamás” me parece fuera de lugar, no creo que por ser madre te vuelvas más inocente y necesites que todo te llegue a través de un filtro, las escenas de esta novela son muy light o al menos yo creo que en mayor o menor medida tod@s estamos familiarizados con ellas, utilizando los términos de Christian yo diría que abunda el tono vainilla.
Por otra parte y supongo que esto es cuestión de gustos, desde mi punto de vistas estas escenas están tratadas con mucho acierto, son explícitas y descriptivas, no deja nada a la imaginación pero la autora lo hace de una manera fina, no utiliza palabras malsonantes u ordinarias que puedan resultar desagradables y molestas para algunos lectores, utilizando en muchos casos expresiones equivalentes para no utilizar el término correcto como ”estallar en mil pedazos”, supongo que de ahí que esté más orientada al público femenino por su sensibilidad y altas dosis de romanticismo.
Lo mismo sucede con el tema del BDSM, los límites a los que Anastasia accede están en un nivel bajo y eso da como resultado que las escenas no sean muy fuertes dentro de lo que podría haber sido, cosa que por otra parte yo he agradecido ya que no comparto este punto de vista y por lo tanto sé que en un nivel superior me habría resultado desagradable. Por lo tanto, partiendo de la base del contenido erótico que limita su lectura a una edad, creo que es apto para todo tipo de público y sensibilidades.
Un recurso que sí me ha gustado y me ha resultado original y divertido es el constante intercambio de emails entre Anastasia y Christian. Es en ellos donde Anastasia muestra su lado más rebelde y es capaz de enfrentarse a Christian, dando como resultado un constante tira y afloja cargado de ironía que aporta un toque de humor y distracción a la trama, además de ser una especie de respiro a la lectura ya que son páginas que tardas muy poco en leer al seguir el esquema típico de un email, con remitente, asunto, mensaje y firma.
Respecto al final, si bien es en cierto modo predecible, logra dejarte con bastante intriga y curiosidad, no tanto por saber qué va a ocurrir con Christian y Anastasia, sino por descubrir qué le ocurrió a Christian en su pasado. Por lo tanto también estoy deseando leer el resto de novelas de la trilogía y despejar todos los interrogantes a pesar de que tenga que hacerlo en compañía de Anastasia, aunque es cierto que guardo la esperanza de que en las siguientes entregas madure más y se convierta en un personaje más atractivo una vez abandonado el eterno debate que ha mantenido en este libro entre firmar o no el contrato.
Como conclusión, considero que Cincuenta sombras de Grey es una novela en la que prima más el romanticismo y por lo tanto disfrutarán con la historia aquellas personas aficionadas a este género, siempre teniendo en cuenta que contiene escenas con un alto contenido sexual y que la calidad literaria es mínima, con un estilo muy sencillo y un lenguaje repetitivo. No obstante logra mantener el interés y es muy adictiva, por lo que se lee rápidamente y te deja con ganas de saber más, siendo la única solución hacerse con el segundo volumen: Cincuenta sombras más oscuras.
2 Comentarios
estoy deacuerdo con lo q aveces hacen usos inecesarios de gestos pero me parece muy poco apropiada la idea de “me habría gustado que se les diese un poco más de relevancia o se profundizase en las historias paralelas, sobre todo en el caso de Kate, ya que me ha parecido como personaje mucho más interesante que Anastasia, su personalidad es más coherente y atractiva.”.. no me pareceria bien elevar mas la aparicion de personajes como este .. en otro tema me parece que la personalidad de anastasia en perfecta para la obra ya que me parece que es un personaje muy sencillo y reservado lo cual permite Familiarizarse
con ella, ya que no es como muchas protagonistas de novelas que son arrogantes y que estan al tanto del grado de belleza que poseen.. bueno almenos es mi punto de viasta sobre ella me parece humilde y muy cariñosa lo cual se le ve bien para el papel que ejerce.
Muy bien, totalmente de acuerdo contigo.
Al que le provoque irritación, desagrado o simplemente la aburra, es súper fácil… no lo lea y siga con su vida. Mientras nosotras que encontramos fantástico el libro, no nos maten la ilusión de seguirlos.