¡Hola chicas! Esta semana ya es San Valentín y habrá que preparar algo este año, que el que viene, con todos los nervios de que (¡por fin!) van a estrenar la película 50 Sombras de Grey, probablemente hasta se nos olvide que tenemos pareja.

Sabéis, estaba dándole vueltas a qué publicar estos días, ahora que se acerca el catorce de febrero, el día de los enamorados… A mí todos los años me pasa igual. Estoy como loca esperando que mi chico me prepare una sorpresa peeeero… la verdad es que me da vergüenza decírselo. Y a él se le olvida. Seguro que a Christian Grey no se le pasaría pero qué le vamos a hacer, yo le adoro y también tiene sus cosas buenas.

Pero me he dicho… ¡hazlo tú!

Bien, yo lo hago. Pero la cosa está fatal y dinero no me sobra así que descartamos cena en restaurante de lujo, y por supuesto la escapada romántica.

¡Y no pasa nada porque tengo la solución!¿Y si me ponemos un poco picantes? ¿Picantes de andar por casa? ¿Pícara? ¿Pillina? ¿Juguetona? ¿Y si utilizo las experiencias sexuales de Christian Grey y de Anastasia Steele como inspiración para pasar un día (o una noche) de San Valentín, de escándalo?

Veréis, el plan es el siguiente. Mi chico se ha pasado un año entero viéndome devorar los libros de E. L. James sin entender muy bien por qué. Así que el día de San Valentín voy a escoger mi pasaje favorito, y le voy a pedir que me lo lea. Y cuando termine de leer, voy a pedirle que me haga exactamente lo mismo que le hace Christian a Anastasia. ¿No os parece genial? A ver si adivináis cuál es. Voy a necesitar:

- Un nuevo nombre: voy a ser Anastasia

- La corbata, cómo no J (¡el color da lo mismo, y si es de seda o de algodón de Massimo Dutti también!)

- Unos cubitos de hielo

- Un vaso lleno de vino blanco, bien fresquito

- ¿Un vestido de fiesta? Qué va… una camiseta de algodón, de tirantes

- ¿Lencería fina? Tampoco, sujetador y bragas de andar por casa

- Una lista, con las peticiones sexuales de la noche. A mi chico (igual que a Christian Grey) le encanta que le pida cosas pero a mí (igual que Anastasia) a veces no se me ocurren… ¡así que las voy a llevar preparadas!

Venga, ¿alguna se anima? ¿Sabéis ya de qué momento se trata? ¡Seguro que sí! ¿Y vosotras, si tuvierais que recrear uno, ¿cuál sería? No os olvidéis de que en casa tenemos muchas más cosas de las que pensamos, que pueden hacer las delicias de cualquier imitadora de Anastasia Steele en una noche así de especial: antifaces, medias con liguero, pinceles para recorrer el cuerpo, miel / chocolate / mermelada, cera para las más valientes… Imaginaos que se aficionan al juego y quieren repetir… ¡yujuuuu! ¡tres hurras por E. L. James y por sus casi dos mil páginas de historia de amor!

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