La reunión dura menos de lo que me temía. Carric y el equipo legal han hecho un trabajo inmejorable, llevaban reunidos desde la una y han llegado con todos los cabos sueltos posibles perfectamente enumerados. El análisis de riesgos que había hecho Ross era impecable, y la junta ha aprobado sin problemas (a la espera de pulir los flecos legales) la transacción. Un documento que pasará a ser legal en el momento en el que la cementera de Vietnam responda a nuestras últimas peticiones.

Se levantan todos de la mesa y me quedo solo, en la sala de juntas, sentado frente a la gran mesa en medio de las paredes de cristal. Me siento como un pez en una pecera, firmando los últimos documentos, revisando toda la letra pequeña. Tiene gracia, el cemento que vamos a comprar se llama “Cemento Gris Portland”… es como si todo girase de repente alrededor de Anastasia, incluso lo más lejano que uno se pudiera imaginar, incluso el cemento. Y, sincronías de la vida, el piloto rojo de mi Blackberry se enciende: correo nuevo.

De: Anastasia Steele

Fecha: 10 de junio de 2011 16:17

Para: Christian Grey

Asunto: Estoy aburrida…

Christian, estoy aquí mano sobre mano… Y tú, ¿cómo estás? ¿En qué andas?

Anastasia Steele

Ayudante personal de Jack Hyde, editor de SIP

Aparto con el dorso de la mano la pila de documentos que me han dejado detrás de la reunión, y apoyo sobre ellos la pluma con la que pensaba firmarlos. Anastasia se aburre, y Vietnam no va a desaparecer porque yo retrase la firma unos minutos. Y de todos modos, creo que es hora de avisar a Anastasia de que el señor Hyde, o quien sea que se encarga de la seguridad de SIP, monitorea los correos electrónicos de su personal. No pensaba decírselo, ahora que habíamos decidido que no iba a ser un obseso del control. Pero de obseso del control a obseso del control, creo que puedo hacerlo. Y evitarle a Anastasia el mal trago de que sus jefes sepan que está aburrida.

De: Christian Grey

Fecha: 10 de junio de 2011 16:19

Para: Anastasia Steele

Asunto: Ay, tus manos…

Anatasia, ya te lo había dicho: tendrías que venir a trabajar conmigo, y puedo asegurarte que no estarías mano sobre mano. Estoy seguro de que yo podría darles mejor uso. Y, de hecho, se me ocurre más de una posibilidad…

Mi día, bien. Estoy con las rutinarias fusiones y adquisiciones. Todo es de lo más árido.

Tus correos electrónicos enviados desde tu cuenta de SIP se monitorizan.

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Retomo la firma de los contratos con Vietnam mientras sigo pensando que tengo que tomar medidas en cuanto a Anastasia y a SIP. Pedirle a Welch que investigue un poco más a fondo, a ver qué encuentra. No me extrañaría que muy por debajo de la primera capa de mierda apareciera una segunda capa de mierda. En cualquier caso, en un rato podré ver por mí mismo de qué palo va ese tipo. He quedado en recoger a Anastasia del bar al que va a ir a celebrar con él su primera semana de trabajo. Y entonces, otra vez, una oleada de podredumbre me invade. ¿Quién coño hace eso? Hace años que tengo mi propia empresa y jamás he ido con ninguno de mis empleados a celebrar nada, y mucho menos la primera semana de un becario. Ni siquiera sé si tengo becarios o no, cuántos son, ni qué hacen. Esto es inaudito. Ni siquiera he ido con ellos a celebrarlo en las veces en las que podría haberse entendido una celebración: en cualquiera de las operaciones exitosas multimillonarias que hemos hecho, en cualquiera de las ocasiones en las que hemos recibido un premio a la excelencia empresarial. Por debajo de Ross y de Andrea, no sé cómo se llama nadie. Sé que están, sé cuál es su cometido en la empresa, pero si quieren celebrar, que llamen a sus amigos.

De: Anastasia Steele

Fecha: 10 de junio de 2011 17:40

Para: Christian Grey

Asunto: Vas a encajar a la perfección

Hola Christian. Como te dije, vamos a ir a un bar que se llama Fifty’s. Como comprenderás, para mí ir a un bar que se llama De Cincuenta es una mina inagotable de bromas y risas… Señor Grey, tengo muchas ganas de encontrarme allí con usted.

Anastasia xxx

De: Christian Grey

Fecha: 10 de junio de 2011 17:42

Para: Anastasia Steele

Asunto: Peligros

Deberías tener cuidado, las minas son muy muy peligrosas.

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

De: Anastasia Steele

Fecha: 10 de junio de 2011 17:44

Para: Christian Grey

Asunto: ¿Peligros?

No entiendo Christian, ¿qué quieres decir con eso?

A xx

De: Christian Grey

Fecha: 10 de junio de 2011 17:45

Para: Anastasia Steele

Asunto: Sencillamente…

No era nada más que un comentario, señorita Steele, pierda cuidado. Hasta pronto nena, nos vemos más pronto que tarde.

Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Cierro la ventana de la aplicación del correo electrónico y tecleo en el buscador el Pub Fifty’s. Envío al GPS del coche las coordenadas del local, y cojo la chaqueta que estaba apoyada en el respaldo de mi silla. Marco con un doblez los documentos que me quedan por firmar y, al salir, los dejo sobre la mesa de Andrea.

- Estos tres últimos los revisaré mañana por la mañana. Pero no bloquees el papeleo, es más que probable que esté todo bien.

- De acuerdo, señor Grey. ¿Ya se marcha? –me pregunta mi secretaria.

- ¿Algún problema? –clavo mis ojos en ella, desafiante.

- En absoluto. Que tenga una buena tarde.

Azorada, recoge los documentos que he dejado sobre su mesa y los mete en una carpeta.

- Bien. Hasta mañana entonces, me despido.

Taylor me está esperando en el lobby, y bajamos juntos al aparcamiento del edificio.

- ¿Dónde vamos, señor Grey?

- A un local llamado Fifty’s. He enviado la localización GPS desde el despacho.

- De acuerdo, señor Grey –Taylor me abre la puerta para que entre al coche.

- No aparques en la puerta. Quédate cerca, que pueda ver su interior desde un punto discreto.

- Por supuesto, señor Grey.

En cinco minutos estamos aparcados al otro lado de la calle, lejos de la vista de los que entren y salgan del bar, semicubiertos por una esquina. Sin embargo yo tengo una visión perfecta. En el interior del bar el tipo que acompañó a Anastasia hasta la salida del edificio ayer por la tarde, antes de salir para Portland, bebe apoyado con un codo en la barra, entre bates de béisbol, banderines, y pelotas metidas en vitrinas. Hace falta tener más gusto… A su alrededor, tres mujeres y dos hombres le ríen las bromas. Anastasia no está, no ha llegado todavía.

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