Ha sido una noche estupenda. Me siento muy satisfecho. Vamos en el coche. Taylor conduce en silencio. Pongo algo de música clásica.
Las imágenes del encuentro con Anastasia fluyen por mi cabeza. Sus ojos brillantes de deseo, su culo enrojeciendo bajo mi palma, mi pene penetrándola con dureza.
Todas las escenas que pasan por mi mente son exquisitas. Esta chica ha llegado a un lugar al que no recuerdo que haya llegado otra. Su inexperiencia, su calidez, su inocencia, su entrega…
Es bella y radiante. Y, en especial, admiro su valentía. Hoy ha recibido los azotes y no se ha quejado. Ni siquiera me ha pedido que parara ni una sola vez. Ese un gran mérito, que valoro y que se lo haré notar.
Sonrío. Me siento un poco frágil pensando en todas estas cosas. ¿Me estoy transformando en algo que desconozco? Creo que no. No debería alarmarme. Se trata de la dulce sensación de haberla visto entrar a mi mundo. Es muy reconfortante.
Ya en mi habitación quiero dormirme pronto, ya que mañana tengo mucho trabajo por delante.
Estoy en la cama. Me sorprende descubrir que extraño su presencia acostada a mi lado.
¿Qué estará haciendo mi preciosa Anastasia?
No puedo evitar reírme de mí mismo. Estoy muy absurdo. Todas estas sensaciones…
No voy a luchar conmigo. O, por lo menos, no por ahora. Puedo ir entregándome a lo que vaya sintiendo. Sí, creo que puedo hacerlo. Mantengo el control de la situación y eso es muy bueno.
¿Estará dolorida? Oh, seguro que sí. Seguro le debe costar sentarse. Mi pobre Anastasia. De todas formas, nada que un analgésico no pueda calmar. Mañana volverá a estar bien.
No puedo dejar de pensar en ella.
Entonces, siento mucho deseo de escribirle y establecer un último contacto antes de dormir.
De: Christian Grey
Fecha: 26 de mayo de 2011 23:14
Para: Anastasia Steele
Asunto: Usted
Querida señorita Steele:
Es sencillamente exquisita. La mujer más hermosa, inteligente, ingeniosa y valiente que he conocido jamás. Tómese un ibuprofeno (no es un mero consejo). Y no vuelva a coger el Escarabajo. Me enteraré.
Christian Grey
Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Espero una respuesta inmediata. Puede que se haya ido a dormir ya. Yo debería hacerlo también. Sí, es lo mejor.
Estoy por apagar la luz cuando el Blackberry me anuncia que ha entrado un mensaje. No puedo resistir la tentación de leerlo antes de dormirme.
De: Anastasia Steele
Fecha: 26 de mayo de 2011 23:20
Para: Christian Grey
Asunto: Halagos
Querido señor Grey:
Con halagos no llegarás a ninguna parte, pero, como ya has estado en todas, da igual. Tendré que coger el Escarabajo para llevarlo a un concesionario y venderlo, de modo que no voy hacer ni caso de la bobada que me propones. Prefiero el tinto al ibuprofeno.
Ana
P.D.: Para mí, los varazos están dentro de los límites INFRANQUEABLES.
Leo el correo con cierta desilusión. ¿Cuál es su problema con los cumplidos? Le he dicho algo agradable, no veo el motivo de su ironía. ¿Acaso le molesta que le diga algo bello que siento?
No comprendo muy bien la actitud. No me detengo a pensar demasiado y mando el siguiente correo, tratando de ser lo más simple y expeditivo posible.
De: Christian Grey
Fecha: 26 de mayo de 2011 23:26
Para: Anastasia Steele
Asunto: Las mujeres frustradas no saben aceptar cumplidos
Querida señorita Steele:
No son halagos. Debería acostarse.
Acepto su incorporación a los límites infranqueables.
No beba demasiado.
Taylor se encargará de su coche y lo revenderá a buen precio.
Christian Grey
Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Espero cinco minutos. No dice nada. ¿Ha dado la conversación por terminada?
Pasan cinco minutos más. La respuesta no llega.
Empiezo a sospechar que, tal vez, Anastasia no se encuentra demasiado bien con lo que ha sucedido hoy. Lo cual me desorienta. Ha sido ella misma quien dijo que estaba todo bien.
Entonces, llega su mensaje.
De: Anastasia Steele
Fecha: 26 de mayo de 2011 23:40
Para: Christian Grey
Asunto: ¿Será Taylor el hombre adecuado para esa tarea?
Querido señor:
Me asombra que te importe tan poco que tu mano derecha conduzca mi coche, pero sí que lo haga una mujer a la que te follas de vez en cuando. ¿Cómo sé yo que Taylor me va a conseguir el mejor precio por el coche? Siempre me he dicho, seguramente antes de conocerte, que estaba conduciendo una auténtica ganga.
Ana
¡¿”La mujer a la que te follas de vez en cuando”?! La expresión ha logrado enfurecerme. Mucho. Siento un brote de ira que sube de mi estómago hacia mi cabeza. Le he escrito un mensaje diciéndole que era bella y valiente y todo termina con ella respondiendo “la mujer que te follas de vez en cuando”.
Mierda.
Siento mucha rabia. No es así como deseo que se sienta. No es así como deseo sentirme yo.
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