El champán de la Viuda Clicquot (Veuve Clicquot) es famoso en el mundo entero por su glamour y su clase. Supongo que también por su sabor, pero lo cierto es que mi bolsillo no me ha permitido probarlo nunca.

En Nueva York la flor y la nata de la alta sociedad, y de la farándula, se reúne una vez al año al olor de las burbujas del dorado líquido de la viuda francesa. Se trata del Veuve Clicquot Polo Classic  (aquí podéis ver el enlace del evento). Cuando termina la primavera se celebra un especie de fiesta, una gala, un partido de polo, y los beneficios de donan a una ONG (organización no gubernamental) para acallar conciencias, supongo. No sé a quién puede tranquilizarle que con los 125 dólares que paga por la entrada al evento (champán aparte) se pudiera dar de comer a un orfanato del Bronx durante una semana. En fin. Eso sí, la entrada incluye billete de ida y vuelta a Liberty Island, donde se celebra el evento, una sombrilla y un par de gafas customizadas.

La cosa es que, ¿sabéis quién se dejó caer por allí este año? No sólo Julianne Moore, ni siquiera Lupita N’yongo, que últimamente no se pierde una. Me refiero a la mismísima Dakota Johnson. ¡Hurra! Hacía tiempo que no se dejaba ver, se vende cara…

Estaba espectacular, con un vestido de Diane Von Fusrtenberg negro y blanco, de tirantes, con un fruncido en la parte frontal. Acompañaba el modelo de una pamela de paja, y unos zapatos planos que debieron de ser la envidia de muchas de las asistentes, que iban subidas en unos tacones de mírame y no me toques… Como para echar el día en las alturas…

Dakota siguió fiel además a su look sencillo y clásico. Pocas joyas y discretas, apenas una pulsera, un anillo y una cadenita. Y un pequeño bolso de ante marrón. Y un pelo cada vez más rubio. ¿Está volviendo a su color natural, después de haber pasado por la experiencia de teñirse de morena para interpretar a Anastasia Steele, la protagonista de Cincuenta sombras de Grey?

Han pasado ya muchos meses desde que empezó el rodaje, y muchos también desde que terminó. Dakota Johnson y Jamie Dornan fueron, al final, la elección de la productora para interpretar a los protagonistas de la adaptación del cine de la novela erótica de E. L. James. Después de una elección delicada, de mucha tensión, mucho tira y afloja, sobre todo en lo tocante al papel masculino. Cuando se había decidido ya que fuera Charlie Hunnam el actor principal hubo un cambio de planes, y pasó a ser el irlandés Dornan, hasta entonces modelo de Calvin Klein, y que aún no había dado su salto al cine.

Mal que bien, a Jamie se le ha aceptado ya. Pero Dakota Johnson sigue recibiendo durísimas críticas por parte de las fans, que no aprueban su elección como protagonista. Aún hoy, en los comentarios de los blogs donde he visto las fotos que acompañaban la noticia del partido de polo de la Veuve Clicquot, he leído cosas como “No me gusta Dakota Johnson para el papel de Anastasia.” Y digo yo, ya está bien, ¿no? Me da la sensación de que esto es como cuando nuestro hermano pequeño se echa novia: ninguna mujer nos parece lo suficientemente buena.

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